La relajación coreana es una técnica de relajación ancestral no-meditativa, que genera un inusitado bienestar en el individuo a través de un juego sutil de estiramientos, suaves sacudidas y vibraciones que se propagan por todo el cuerpo. Ante ella el cuerpo se sorprende y se siente invitado a dejarse ir, desconectándose totalmente de la mente. Podríamos decir que es una especie de masaje, pues su práctica requiere de dos personas, el operador y el sujeto. Entre los efectos más notables de la relajación coreana están: