«El haz luminoso de la espiritualidad cristiana se refracta en diferentes espiritualidades inspiradas por las diversas formas de existencia cristiana y sus distintas misiones específicas. Todas tienen un sólido fondo común. Todas tienen asimismo su específica singularidad. Un presbítero secular no es un monje ni un religioso ni un laico. Menos aún un ?religioso rebajado? o un ?laico promocionado?. Es portador y deudor de una específica espiritualidad».
Este libro presenta varios acentos centrales de la espiritualidad del presbítero. En primer lugar, la estructura del ministerio, explicitada en la Escritura y elaborada por la teología, en la coyuntura histórica que nos toca vivir. Por ello, el primer capítulo presenta la trayectoria de la vida de un sacerdote, que se despliega en diversas etapas, cada una de las cuales comporta posibilidades y dificultades, oportunidades y tentaciones.
El segundo capítulo se propone contemplar la relación singular del presbítero con la Palabra de Dios, de la que es a la vez oyente y transmisor.
«Elogio humano de la fidelidad» es el título del capítulo 3, donde se pone de relieve el papel central de la fidelidad en el ministerio sacerdotal.
En los capítulos 4 y 5 se abordan dos áreas prioritarias de la práctica pastoral de los sacerdotes: el acompañamiento espiritual personalizado a los creyentes, y la misión difícil y delicada de promover sobre todo las vocaciones al ministerio presbiteral.
JUAN MARÍA URIARTE, obispo emérito de San Sebastián, ha dedicado una parte importante de su ministerio a la atención de los sacerdotes, tanto en su vida espiritual como en su dimensión humana individual y colectiva. Ha dirigido muchas tandas de Ejercicios Espirituales y conoce perfectamente la entraña del ministerio y la problemática actual de la vida sacerdotal. En la Editorial Sal Terrae ha publicado Una espiritualidad sacerdotal para nuestro tiempo y, en colaboración, Ser sacerdote en la cultura actual.