He aquí un poemario con un tono confesional muy marcado («Lo que sigue es mi vida como hombre, / pudo haber sido otra», leemos en los primeros versos) y una intensidad poética que brilla aún más por la variedad de materiales que conjuga: «hay amor, relaciones conyugales, padres e hijos, / atentados terroristas, pintadas, el cansino debate sobre / realidad y ficción, una actriz porno de reconocido / prestigio, amenazas imaginarias, viajes sin desplazamiento, / pantallas, sopa caliente, insomnio, hostelería, energía / fotovoltaica y algunos asuntos más hasta superar los / quinientos versos».