Un ensayo brillante sobre el poder transformador de los comienzos.
«Somos esa curiosa especie que comienza su existencia con la certidumbre del fin que le espera. Nos esforzamos por aprender lo que sin duda olvidaremos, amamos a quienes desaparecerán, cuidamos de los que se desvanecen.»
Claire Marin, consolidada en el ámbito filosófico como una de las pensadoras más notables en el estudio de la intimidad, vuelve la vista en esta ocasión hacia los comienzos. A medio camino entre la filosofía y la literatura, entre lo personal y lo universal, la autora explora con gran lucidez las múltiples incertidumbres, perplejidades y esperanzas que se entrecruzan en torno a las primeras veces. Para comprender la riqueza de nuestras identidades, siempre heterogéneas y a menudo paradójicas, Marin se centra en los momentos clave que afectan y reconfiguran el sentido de nuestras vidas, momentos en que florece una potencia hasta entonces disimulada. Cada comienzo, con su esplendor caduco, reconfigura el mundo y altera también nuestra sensibilidad: hay grandes comienzos, los de una promesa que lo pone todo patas arriba; hay momentos en los que decidimos dar un salto al vacío, marcharnos, comprometernos, cambiar de rumbo; hay también comienzos trágicos, un diagnóstico fatal, una llamada en plena noche. Y todos son importantes porque nos incitan a mirar el mundo de otra manera, a replantearnos los equilibrios habituales.
Se dice que las historias se escriben para saber cómo acaban. Quizá algunas se escriban, también, para descubrir cómo empiezan.