Cuando empieza a caer la tarde, siempre en los días tristes y oscuros del otoño, Laura se sienta frente al balcón de su sala de estar, mira hacia el exterior y siente que su vida no ha sido lo que había soñado. Mira una y otra vez como si esperara que entre los paseantes alguien le hiciera alguna señal. Tiene la manía de estar siempre pensando que algo extraño y terrible puede ocurrir. Y, sobre todo, tiene la certeza de que no ha sido feliz.
Laura, la mujer de Marcos, lo tiene todo, una casa preciosa, un marido triunfador, hijos ya mayores y tiempo libre. Lleva una vida cómoda, pero vacía. Atrapada en una existencia monótona, entre reuniones sin alma, conversaciones insustanciales y recuerdos de lo que pudo haber sido, se siente dentro de una bella jaula. Pero un revés inesperado la obligará a tomar decisiones que la conducirán, por fin, a ser la dueña de su futuro y de una vida luminosa, plena.
Con una prosa de gran intensidad y lirismo, salpicada de ironía, crítica social y escenas cotidianas repletas de carga simbólica, La mujer de Marcos es una novela lúcida y profundamente humana sobre lo que ocurre cuando el éxito aparente encierra un vacío existencial.