Todos somos geniales! Nuestras ideas brillan y tenemos que mostrar nuestros talentos con alegría. Pero si algún día te dicen palabras horribles, que no te asusten y no te detengas, grita, con fuerza y valentía, el mejor remedio para combatir la Ridiculitis: ¡Soy GENIAL!
¿Qué pasa cuando dejamos de creer que somos únicos y geniales? ¿Cómo puede ser que palabras como ¡Horroroso!, ¡Fatal! o ¡Desastroso! nos hagan dudar de nuestras capacidades? Un cuento para niñas y niños que les ayudará a superar el ridículo y a saber ver la genialidad que hay dentro de cada uno de nosotros.