Sorprende agradablemente que en este tiempo de confusión y vértigo, el permanente malestar de la cultura que disfrutamos se desequilibre un poquito con el placer inquietante que promete la lectura del libro
que tienes entre manos, amable lectora, amable lector,
donde el autor, que es un reputado historiador del siglo
XX, nos presenta un episodio del siglo XVII sucedido aquí
mismo, en el Pirineo aragonés: una epidemia de posesión
diabólica que duró seis años y que se documentó amplia-
mente por las autoridades del reino en su momento y ha
llamado la atención de estudiosos que le han dedicado
tiempo, escritura e imprenta. Y como se supone que estas
líneas deben incitar a entrar en el libro, diremos que el
trabajo de Luis-Antonio Palacio es historia rigurosa y, a la
vez, un texto ameno magistralmente escrito. Demonios,
por qué no, aquí al lado. Y pasiones, y viajeros, y uso del
poder que se tiene, de la pretensión de impunidad, y lu-
chas de los pobres por sobrevivir, y por liberarse. Histo-
rias que han trascendido. Nada que nos pueda ser ajeno.
Lea usted sobre estas posesiones diabólicas en el Valle de
Tena, que no tienen desperdicio. Demonios ¿por qué no?
¿Acaso no serán los de siempre?