Ese lugar llamado Nunca, el nuevo poemario de Ángela Serna, es, en palabras de Fulgencio Martínez en el prólogo: «un libro muy cohesionado, cada una de sus tres partes está simbolizada por una palabra-fuerza (madre-casa-infancia), que en el conjunto es pieza de un diálogo íntimo. El diálogo íntimo constituye, precisamente, la forma interna (o cauce poético de comunicación) escogida por la poeta en este libro y en otros suyos. Su manera barroca, en el buen sentido de la palabra, en el sentido del barroco musical, convierten a esta poesía en una expresión de afectos que llegan directamente al lector, traspasando la capa de alusiones y contextos que acompañan su decir».