El tres de junio de 1950, Maurice Herzog y Louis Lachenal llegaban a la cima del Annapurna, convirtiéndose en los primeros seres humanos que coronaban una montaña de más de ochomil metros, escapando milagrosamente de la muerte. En los meses siguientes, mientras se recuperaba en el hospital de sus terribles amputaciones (que le dejarían sin los dedos de las manos y los pies), Herzog dictó -Annapurna primer ochomil-, una de las obras cumbre de la literatura expedicionaria de montaña. Gocemos de la fuente de inspiración más rica que podamos imaginar: las huellas de estos aventureros que nos dejaron una historia real de valor y camaradería. De exploración y pasión por la aventura.