Wei-Lin y su abuelo tienen una relación muy especial. Viven cerca del rio Yang-Tsé, en China, en plena revolución neolítica. Se pasan los días pescando, recolectando frutos, almacenando arroz, moliendo grano y haciendo harina. Por las noches, alrededor del fuego, el abuelo de Wei-Lin saca su flauta y toca unas bonitas melodías mientras explica unas historias que gustan tanto a pequeños como a mayores. Hasta que un día empieza a perder la memoria. Wei-Lin tratará de encontrar una solución a este problema con una idea muy original y revolucionaria que cambiará la historia para siempre.