Visto y no visto
	Con un soplo de brisa de verano,
	al instante se esfumaron los recuerdos y cayeron en el olvido.
	Apenas quedó la confusa sombra de unos árboles estremeciéndose.
	¿Lo que no se ve no existe?
	Puede que se oculte tras espesos nubarrones
	o puede que una polvareda te nuble la vista.
	No puedo verte, pero siento calidez.
	Por la tarde, al ponerse, el sol, la gente esperaba ansiosa,
	pero la Luna no volvió a salir.
	La marea se fue separando.
	El mar se quedo inmóvil como un espejote laca negra, 
	mientras el mundo entero permanecía en un gélido silencio.