Una herramienta para conocer mejor a los demás, ajustar nuestra  relación con ellos y, de esta forma, evitar malentendidos y conflictos. Las personas tenemos estilos diferentes, y esto hace que recibamos la  comunicación de forma diferente. Adaptar nuestra comunicación al estilo  de la persona a la que nos dirigimos hace que nos podamos entender  mejor. Para conseguir una relación positiva entre distintos estilos,  necesitamos tender puentes de comprensión y aceptación. Necesitamos  entender qué necesita cada estilo y qué debemos evitar. Solo así podremos vencer malentendidos y conflictos. Relaciones que funcionan parte de la idea de que cada persona  posee un estilo de relación con los otros diferente, y  que esos estilos  se pueden agrupar  en cuatro grandes tipologías. A partir de estas tipologías, los autores proponen una metodología para conocer a nuestros interlocutores y adaptar nuestra comunicación a ellos, de  forma que sea más persuasiva. El libro también introduce una reflexión  sobre cómo nos podemos relacionar con personas que son aparentemente  antagónicas a nosotros, dando explicación a incomprensiones y conflictos  a los que a veces nos enfrentamos sin comprender cómo se han originado, y menos aún, cómo resolverlos.